lunes, 26 de octubre de 2009

COMENZAMOS A MOVERNOS

Todas las personas que tenemos la conciencia alterada por el despropósito generado por la implantación del nuevo título que lleva éste blog, nos hemos manifestado con lo que disponíamos a la mano. Todos/as estamos en la firme convicción de que éste asunto hay que moverlo con más decisión. Hemos visto recientemente colectivos de otras titulaciones quejarse públicamente (sin entrar en el fondo del asunto). Creemos que nuestro colectivo debiera ya haber hecho algo parecido. Por ello estamos trabajando en la organización de una Plataforma por la CONVALIDACION DIRECTA de nuestro título. Nuestros argumentos están presentes en éste blog y en otros medios mediante opiniones cargadas de sensatez y de sentido común. Por ello, como os decía, tenemos que empezar a mover ésta maquinaria, que se ha demostrado torpe y pesada. Estamos pensando en un posible fecha entre 15 al 30 de Noviembre. Por favor, generemos entre todos un estado de opinión favorable a éste encuentro, que por otra parte ya debía haber sido favorecido desde nuestras propias instancias porfesionales. Gracias a todos/as.

lunes, 19 de octubre de 2009

CONTINUAMOS INSISTIENDO....

Publicamos ésta entrada al efecto de que los/as que estén de acuerdo en lo fundamental se inscriban para una posible reunión, para lo que habría que reservar una sala y organizarla. Dad una idea de posible asistencia en los comentarios a éste artículo. Gracias a todos/as.

Tras el desafortunado procedimiento seguido por la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica y la Universidad Hispalense en la implantación del tan esperado título de Ingeniero en la Edificación, nos vemos en la obligación de continuar incidiendo en la convalidación directa del título de Arquitecto Técnico por el de Ingeniero de Edificación por una simple y llana razón.

Esta titulación hereda al 100% nuestras competencias legales, por tanto entiende el legislador que estudiar Ingeniería de la Edificación no capacita para nada más que nuestras actuales competencias. Es por lógica que al tener nuestras mismas competencias y ser la titulación que sustituye y lleva a la extinción a la de Arquitecto Técnico y Aparejador, no tengamos la obligación de adquirir mayor nivel de conocimientos. La experiencia profesional estaría respaldada por el certificado de vida laboral y por los años de colegiación con los datos disponibles en el mismo, así como la formación de pos-grado que haya realizado cada profesional.
Esta convalidación directa que no ha sido aún legislada y que no ha sido aún estructurada por el legislador debe ser el principal objetivo de nuestra profesión en el cuál se debería depositar el mayor empeño. Estas competencias las tiene asignadas el inoperante Ministerio de Educación que ha permitido todo éste galimatías en la desorganización reinante. Podemos ver que cada Universidad, desde públicas a privadas han organizado su particular negocio para obtener los mayores beneficios con él. Las privadas a través de unos precios fuera de orden por cursar cinco asignaturas con el inconveniente además de que en Sevilla no existe oferta educativa. Así los gastos se multiplican hasta unos niveles insostenibles e inmorales. Por otra parte las públicas cierran el embudo para no complicarse mucho la vida, permitiendo así que una élite llegue antes que el resto, generando desigualdades impropias de un sistema público. En éste caso los últimos nunca serán los primeros. Todo ello sin comentar los reinos de taifas que conforman el panorama universitario. Cada Universidad lo hace de una manera diferente y con asignaturas diferentes.

Por otra parte y si nos obligan cerrilmente a pagar por las mismas competencias y a sentarnos en las sillas de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de nuevo, la propuesta que desde aquí se lanza al Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos es que se inicien los trámites para que mediante convenio con Universidad Privada se intente impartir la docencia en nuestras instalaciones del propio Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos de Sevilla. Todo mientras prosigamos en ésta lamentable situación. Con total seguridad que las conversaciones y disposiciones serán más ágiles que con la inmóvil y poco resolutiva Universidad Hispalense. Al menos así todo será más rápido, ya que la resignación de obtener el título tras 10 años de espera no es muy alentadora.

En vistas a organizar un grupo para liderar el proceso desde la fuerza que otorga el número, se convoca a todos los compañeros/as que así lo deseen a que asistan a la reunión que a tal efecto se convoca para el día XX y a las XX horas en el …..

martes, 13 de octubre de 2009

Carta enviada por un compañero y publicada en Diario de Sevilla


Un compañero nos remite su artículo sobre el "Acceso a Ingeniería de la Edificación de los Arquitectos Técnicos en la US" publicado en la sección cartas al director, edición de 13 de Octubre de 2009 del DIARIO DE SEVILLA. En la edición en papel.


Ante todo, agradecer al colegio se Sevilla el trabajo que está realizando. Asistí a las reuniones que se realizaron en la sede del colegio respecto al tema, en las cuales se nos daba una cierta esperanza de acceso. Y cual fue mi sorpresa cuando se me informó por el colegio de la reducción tan fuerte respecto al número de plazas para poder acceder a Ingeniería de la edificación.A raíz de ahí tuve varias reuniones con Almudena Laboisse, secretaria general del COAAT de Sevilla. Para tratar la situación e informarme de primera mano. Confirmándome las plazas tan limitadas.


En definitiva, la función de la universidad pública que es dar servicio de formación a toda persona que tenga los requisitos para ello, se ve mermado. ¿Por qué? ¿Quien decide o limita el número de plazas? ¿No interesa que haya esa adquisición del título nuevo?


Según los datos, hay colegiados, sobre 5000 arquitectos técnicos y aparejadores más los que no están colegiados. Y han salido solo 100 + 150 plazas. Algo Sorprendente, como habiendo tanta demanda se genera tan poca oferta en una universidad pública. Además haciendo referencia al título de la conferencia con la cual ha inaugurado Arellano el primer curso de Ingeniería de la Edificación titulada “Ingeniería de Edificación: Pasado, presente y futuro”. ¿Que futuro nos queda?. Ver en el trascurso de los años como nos vamos quedando atrás. Cuando en ese futuro las empresas privadas o entes públicos pidan la titulación de Ingeniería.Me gustaría que alguien me respondiera a esta pregunta ¿Cuantos años tengo que esperar? ¿Que cursos me darán preferencia con respecto a otros compañeros?

Ahora mismo acaban de salir las listas y toma ya el número 1171 en lista de Espera. Y lo más gracioso es que está delante mía, gente con menos nota, y que por su edad, se titularon antes. Y ¿que culpa tengo yo de ser más joven?. Y ya no digamos los que han dado el pelotazo de tener unos de los cursos que han hecho que tengan prioridad.Pues si señor más de 2000 personas presentadas para 250 plazas.


Así es la Universidad Pública de Andalucía.


José Toranzo Domingo.

Arquitecto Técnico

COL. Nº 6124 COAAT Sevilla.

Respuesta de la EUAT ante la carta de protesta anterior

Publicamos el correo de respuesta recibido ante la carta que aparece más abajo y que fue dirigida al director de la EUAT. El correo no va firmado por nadie, aunque suponemos que está redactado por el mismo director de la EUAT. Sacad vuestras propias conclusiones.

JUAN HERNANDEZ ZARO respondo a tu correo por deferencia, pero tu tono no lo merece.!ª Si hubieses leido las instrucciones de la resolución que aparecen en la información de preinscripción verás que hay un método para calcular la nota media de tus estudios que nada tiene que ver con la que aparece en el título.2º El Master de prevención que tu has cursado es un título propio (NO OFICIAL segun el decreto 57/2005) y Sí cuenta en la nuev atitulación, pero nadie dijo nada (Y YO POR SU PUESTO QUE NO), DE QUE FUERA LA VÍA DE ACCESO AL NUEVO GRADO.3ª Las atribuciones del Arquitecto Técnico son las mismas que las del Ingeniero. A qué entonces tanto lío que estais formando por querer hacer el Ingeniero?. Si es igual ¿Para que qieres hacerlo?. Yo te lo diré. Porque es una nueva titulación y la Junta te la reconoce como segunda titulación.Habrá al menos que hacer alguna asignatura. Digo yo. Ya que el nivel Universitario del Grado está por encima del de Arquitecto Técnico. Un cosa es la matriculación y otra el reconocimiento de estudios. Pero que yo sepa, al menos Gestión Urbanistica y Construcción sostenible deberás demostrar que tienes conocimiento, pues en la titulación de AT no se cursaba.Bueno, creo que no mereces más.Si tienes derecho, el responsable de todo esto es el Rector de la Universidad de Sevilla, no el Director de la Escuela, que se ha encontrado con el problema para gestionarlo. Por tanto es a él al que debes reclamar. es un problema que teneis los Arquitectos Técnicos: que no os informais adecuadamente.

viernes, 9 de octubre de 2009

Carta al Director de la EUAT

Estimado Director de la EUAT:

Me llamo Juan Hernández Zaro, colegiado nº 2921 del COAAT-SE, ex-alumno de esa Escuela y deseo manifestarle lo siguiente:

1/ He concurrido a la preinscripción de las plazas ofertadas para titulados en la titulación de Ingeniería de la Edificación, comprobando con estupor que la oferta de plazas ha quedado reventada por las solicitudes presentadas. La valoración ha sido calculada por una página de la que desconocemos varios aspectos de la misma. Por ejemplo si el plan del 77 estaba ó no estructurado por créditos. Han existido muchas maneras diferentes de rellenar la preinscripción y por tanto de la puntuación que ha resultado del orden de lista. En mi caso con una nota final, según mi certificado de SOBRESALIENTE, he resultado el 102 de la lista de espera.
2/ Que realicé el Master de Prevención de Riesgos Laborales en la Construcción, del que Ud. mismo Sr. Calama, nos afirmó que sería tenido en cuenta a la nueva titulación que surgiera. Entonces se desconocía lo que resultaría, incluso nos comentó Ud. de una licenciatura en prevención. ¿No dejamos el dinero y el esfuerzo en balde, Sr. Calama? ¿La propia Escuela no reconoce un título expedido por ella? Se lo comento por aquello de las 100 placitas para las más de 600 solicitudes presentadas, mientras que otros/as privilegiados lo han tenido "de lujo".
3/ Le planteo una cuestión que me asalta las neuronas, ¿Cómo tengo que examinarme de materias para las que ya estoy legalmente capacitado? Elija una respuesta convincente por favor.
4/ ¿Nos ofrece la EUAT ponernos a recibir clases como los chavales y chavalas de 20 años? En eso entiendo que valoran Ud. a nuestra profesión (de la que viven generosamente) y a las personas que dedicamos nuestro tiempo a trabajar. Incompatibilidad de horarios, ¿le suena?. La Universidad siempre nos ha tratado como a entes extraños y quedamos al albur de cada profesor/a.
5/ Me encantaría recibir el listado de profesores/as que van a impartir la docencia. ¿Son todos/as Ingenieros de Edificación? Es una curiosidad. Y si lo son ¿En dónde han conseguido el título? Es para dirigirme al mismo sitio.
6/ Mi experiencia laboral de 17 años, ¿no comprende para la escuela un bagaje suficiente de aprendizaje? Sin embargo, si es un bagaje suficiente el hacer unas prácticas en empresas durante unos meses después de aprobar los créditos (ese hermoso eufemismo) que nos faltan.
7/ Creo firmemente que la Escuela si da valor a la formación que ella misma ofrece (y cobra) debería ser más consecuente y proceder a una convalidación directa por la nueva titulación.
En vista del despropósito generado por la propia EUAT me arrepiento de no haber acudido a la Universidad Privada Madrileña que ofrecía el título, creer en lo público es lo que tiene.

Juan Hernández Zaro
Arquitecto Técnico

Carta remitida por un compañero.

Una vez mas la Universidad Pública y en concreto la Hispalense ha demostrado su adscripción al status quo, su inmovilidad, su falta de dinamismo para con la sociedad. La miopía de esta Universidad es un mal endémico que sufrimos los ciudadanos, los andaluces que vivimos en su entorno de afección y fundamentalmente aquellos que por el nivel de ingresos no tenemos más remedio que acudir a la enseñanza superior pública, independientemente de la ponderación social que realicemos de los servicios públicos.

Una Universidad que desde hace mucho tiempo, pongamos y siendo bastante cicateros “Décadas”, viene pecando continuamente en la mas dañina de las transgresiones intelectuales y me refiero a la endogamia. Una institución nacida para la enseñanza superior, que en muchos aspectos, y muchas de sus aulas castiga al alumno discrepante, al racionalista, al que pregunta el porqué de las cosas, al que no comulga con la rueda de molino que previamente a consagrado un Departamento o Cátedra y servido por un cuerpo de profesores donde muchos no conocen mas de su profesión o del exterior que lo aprendido en la misma escuela donde imparte clases u en otra prima hermana. No teniendo mas peso profesional que el peso de los títulos académicos que ha reunido a lo largo de su vida, como un niño, cuando colecciona un álbum de cromos o de sellos. Cuando no, y en el peor de los casos, visto desde el punto de vista ético, el máximo exponente de su trayectoria es la vinculación sanguínea o política con algún preboste universitario.

Una máquina lenta, asincrónica con su tiempo, con el mundo real, aquel que subyace más allá de los propios muros que limitan la institución. Una hipérbole de la Caverna.

Todos sabemos y no queremos recordar aquellos profesores, verdaderos mantas del conocimiento y los otros; los mantas de la transmisión, y los sádicos, que basados en una altísima y errónea autoestima, disfrutaban humillando al alumnado. Para con ellos, la mente se resiste a recordarlos, ofrece una resistencia férrea incluso para nombrarlos. Por otra parte, también es cierto, que en este ambiente docente corrosivo había y hay individuos que sobrevivían y sobreviven como auténticas personas y dignísimos maestros, todo hay que decirlo. Son los menos y para con ellos siempre tendremos el grato recuerdo y sin duda los llevamos cerca del corazón, por no decir que han sido elemento esencial en la evolución de nuestro verdadero ser.

Con el proceso de Bolonia se ha abierto la puerta para transformar no sólo las instituciones de enseñanza superior sino la sociedad misma. Un proceso que es instado desde una visión política común, calificativo que es importantísimo porque si este proceso no naciera desde la visión europea, incluida toda Europa, dudo mucho; incluso apostaría mi mano derecha, que desde instancias estatales se instara a un cambio tan sustancial en el modelo o en los modelos existentes. Pero la implantación de este proceso, que viene de arriba para bajo, pone de manifiesto, y el tiempo lo ha demostrado, las miserias de estas instituciones y en concreto la de la institución Hispalense.

Soy consciente que la implantación de este proceso es una tarea ardua y requiere el consenso de muchas instituciones y la convergencia de muchos intereses de sectores profesionales. Pero no es admisible en comparativo, que desde unas universidades privadas, esta implantación se haya realizado ya en tiempo y forma y se haya facilitado el acceso a los nuevos títulos de mercado a nuestro colectivo, aunque esto último se consiga con la única moneda que puede pagar el estudiante, es decir; su esfuerzo académico. Pero como es lógico en toda empresa, del signo que sea, el objetivo y fin último es generar un beneficio, y la adquisición de estos títulos se vea condicionada por el grosor del talonario. Pero para eso son privadas, reservadas para la élite.

Unos de los fines de la función pública y en concreto de las Universidades es eliminar la desigualdad, desde principios éticos, políticos e incluso morales, no discriminando al que está cargado de posible, del que no tiene, ni para tabaco. Facilitar el acceso en igualdad de condiciones obviando los diferenciales económicos.

Desgraciadamente, la maquinaria lenta, pesada, descompensada, como un torno del espacio soviético, de la Hispalense, no es capaz de estar a la altura de estos fines públicos.

Bajo esta radiografía, me pregunto ¿Cómo hemos sido tan ingenuos, los miembros de nuestro colectivo de creer que esta institución iba a estar a la altura de los tiempos y de las circunstancias que conlleva el nuevo espacio europeo de educación superior?. ¿Cómo hemos podido pensar que los prebostes de esta institución iban a ser gala del concepto universal que los califica en la institución y que no iban a acobardarse, cuando no a convertirse en paladines, de intereses desmedidos de otros colectivos?

Quisiera reseñar que la implantación de la nueva titulación de Ingeniería de la Edificación, no viene a cumplimentar un vacío técnico-profesional en la estructura productiva de nuestra sociedad, muy al contrario, los arquitectos técnicos y los aparejadores, son los elementos que hasta hoy han estado desarrollando este trabajo y han demostrado su valía profesional.

En todo caso, cabría suponer que esta nueva titulación se aplicara como un complemento en la cualificación de los profesionales que desarrollen estas funciones a día de hoy. Y sobre esta base y considerando que es una imposición de arriba a bajo, son los organismos públicos de enseñanza, los que tienen la obligación de ofrecer la oferta en cuantías razonables para que estos titulados accedan a los complementos que el nuevo marco profesional y docente ha establecido, también desde lo público. Por ello las cien plazas ofrecidas por esta Institución para la incorporación de este colectivo a la nueva situación generada no es que sea más que insuficiente, es que es ridícula, es un acto de brindis al sol, una mofa a nuestro colectivo, una definición más de la calidad profesional de sus dirigentes. Un agravio sin excusas a los arquitectos técnicos y aparejadores y a la sociedad misma, un atentado al futuro laboral de técnicos que muchos de ellos han sido formados en sus entrañas, Una mordida a las esperanza que muchos de nosotros depositamos en la implantación de este espacio y porque no decirlo, a las ansias de que por una vez por todas, esta sociedad, reconozca y valore el trabajo de un colectivo que realiza su esfuerzo a la sombra de otros profesionales, tan mal cualificados o también, como nosotros. Un nuevo pecado de la institución que pasará a los anaqueles de su historia.

Si realizamos el análisis desde la óptica de las atribuciones, esta nueva titulación no viene a incorporar otras nuevas. Es decir; los futuros Ingenieros en la Edificación tendrán, al menos de momento, las mismas atribuciones que los actuales arquitectos técnicos, y si en un futuro son ampliadas, están nuevas atribuciones, tendrán que ser sudadas y abonadas, con el desarrollo de masters específicos. No nos engañemos, no van a ser gratuitas. Entonces cabe preguntarse: ¿Qué diferencia encontramos en este nuevo marco entre las dos titulaciones?. Absolutamente nada. Tan sólo que la nueva titulación es el trampolín para seguir creciendo profesionalmente y que también funcionará como tamiz para el acceso al mercado laboral. Y llegado este punto, hay que considerar que va a ocasionar la limitación de un derecho; el derecho al trabajo. Derecho reconocido por la Constitución Española. Y me explico: Cuando salgan los nuevos titulados, las empresas privadas no van a contratar a arquitectos técnicos y aparejadores cuando el mercado ofertará técnicos de grado con las mismas atribuciones, y los organismos públicos, harán desaparecer de sus convocatorias las titulaciones de arquitectos técnicos o aparejadores, porque si no entraría en una contradicción lógica y contractual o estatutaria en la función pública; dos titulados con las mismas atribuciones y desarrollando las mismas funciones, estarían encuadrados en grupos diferentes. Este es el futuro que nos depara dentro de la función pública.

Los nuevos titulados ejercerán dentro del grupo A y los arquitectos técnicos y aparejadores que estén ya dentro de la función pública no podrán aspirar a este grupo, aunque desarrollen las mismas funciones. Pero es más; los arquitectos técnicos y aparejadores que estén fuera de la función pública, no podrán, ni siquiera acceder a las convocatorias de su profesión. Simplemente, porque no las habrá.

Esto en la praxis es la limitación de un derecho, y la Universidad de Sevilla se convierte en cómplice en la limitación del derecho al trabajo de los arquitectos técnicos y aparejadores, al sacar tan pocas plazas para un colectivo tan cuantitativo.

Otro aspecto a contemplar es la cualificación profesional. Elemento que sin querer incidir en las carencias de un amplio sector docente de la Universidad de Sevilla, no nos queda más remedio que evaluar y comparar con el nivel de los titulados que ejercen la profesión desde hace tiempo en el mercado. Partiendo de la base, que gran parte de lo que se enseña en la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica, cualquier parecido o semejanza con la realidad del trabajo diario en el mercado de trabajo, es poco más que pura casualidad. Es decir; existe un desfase entre las nuevas tecnologías aplicadas en la estructura empresarial y lo enseñado. No podemos obviar que indiscutiblemente encontraremos mejores profesionales en el mercado que dentro de los muros de esta institución. Observamos y nos dimos cuenta, cuando nos integramos en el mercado de trabajo que la realidad no está presente en gran parte de las aulas. La institución vive ensimismada en ella misma, mirando las estrellas y perdiéndose muchas veces en especulaciones teóricas, discutiendo el sexo de los ángeles. Cuando el mercado, los procesos de trabajo, las circunstancias sociales y laborales van por otros derroteros.

¿Que pasaría si más de uno de nosotros examináramos a este cuerpo docente?. ¿Quién es capaz de establecer un criterio racional para evaluar y comparar el colectivo profesional con amplia experiencia en el mundo laboral y el colectivo docente en la institución?.

Quisiera por último expresar mi satisfacción y admiración por la labor desarrollada por la Dirección del Colegio Oficial de Aparejadores y arquitectos Técnicos de Sevilla y por la Dirección de la Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica de la Universidad de Sevilla, que yo englobo dentro de aquellos profesionales del cuerpo docente que se mantienen en la retina de uno y que se recuerda siempre con alegría.

Sin más, espero que las negociaciones entre los elementos implicados, lleguen a buen puerto y que los elementos racionales logren vencer el obstusamiento de estos prebostes universitarios.




Mario Miranda Moreno
Arquitecto Técnico por la U.S.
Nº de Colegiado COAAT de Sevilla 4122