miércoles, 25 de mayo de 2011

COMPÁS DE ESPERA


Como agua de Mayo para tod@s l@s que estamos metidos hasta las cejas en esto de la nueva titulación, han llegado las nuevas noticias jurídicas. Y es que estas alturas ó nos hacemos un cursito avanzado en lenguaje leguleyo ó nos vamos a quedar como un gorrión volantón (con el pico abierto esperando, se entiende...)

El noticiario jurídico, (ya podían haber incluido una asignatura en el cursito de I.E. de marras) trae buena nueva y cito textualmente, para que luego no me echen los perros "En el día de hoy se ha notificado al Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, la estimación de los incidentes de nulidad presentados por la Universidad Antonio de Nebrija y el propio Consejo General contra la Sentencia del Tribunal Supremo de 22 de Febrero de 2011, por la que, estimando el recurso interpuesto por el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Industriales, se anulaba la denominación de Graduado en Ingeniería de Edificación por la Universidad Antonio de Nebrija". Hablando en plata, de momento se aplazan las "ostias". Si estuviéramos retransmitiendo un combate pugilístico diríamos que los contrincantes están midiendo las fuerzas y si primero dieron los "otros", ahora han pegado "los nuestros", pero el combate por el fajín continúa. No debemos esperar que nuestros particulares orcos se queden contentos con la bofetada y a buen seguro que continuarán con los escarceos. Esto va para rato y como hemos dicho en otras ocasiones al final podríamos preparar un serial a lo venezolano tipo "Los ricos también lloran".

Ahora nuestro púgil está en la esquina del cuadrilátero y tod@s nos mordemos las uñas ¿Ganará ó no? Hemos apostado mucha pasta en el combate y si gana respiraremos, pero si pierde nos tiramos por el puente.

Todo se retrotrae a la fase de contestación a la demanda, lo que significa que se va a tener como parte tanto a la Universidad como al Consejo de Colegios, pero sin que ello signifique que se resuelva favorablemente a favor ni de una ni de otro, para lo que habrá de esperar al momento procesal oportuno en el que se dicte sentencia definitiva. Da la oportunidad tanto a la Universidad como al Consejo de Colegios para que se muestren como parte en el procedimiento y aleguen lo que convenga. No resuelve sobre la cuestión de fondo que se resolverá en la sentencia. Habrá que seguir esperando al desenlace, aunque a ver si a fuerza de esperar nos podemos jubilar los que ahora contamos con los cuarenta, con nuestro titulazo dándonos de comer con más poderío que el de toda la vida. ¡Sería un buen regalo de jubilación!

¡En fin! En estos positivos pensamientos anda urdido nuestro cerebro en tanto persiste este esperpento. Por cierto y para tod@s aquéll@s que se atreven a leer este blog os propongo que si alguien ha sacado ya algún beneficio (sea el que sea) del nuevo título, que lo exponga para beneficio de nuestras atribuladas conciencias. Puede ser en forma de testimonio personal, también se aceptan los inconfesables.