sábado, 19 de marzo de 2011

¡POR LAS BARBAS DE CRISTO!


Lo de Ingeniería de la Edificación va para culebrón de los históricos, más ó menos como la inolvidable “Cristal” ó “Los ricos también lloran”. Lo que está pasando es de mear y no echar gota. La verdad es que la sucesión de acontecimientos es de tal calibre que no nos ha dado tiempo a asumir una noticia, cuando ya hay otra sacudiendo nuestra maltrecha mollera. Pero vayamos por partes.
Lo primero que sucedió no hace ni una semana fue la ya famosa sentencia del TS en la que se anulaba, nada menos que el Plan de Estudios del Grado de Ingeniería de la Edificación de la Universidad Antonio de Nebrija. Habría que hacer una lectura sopesada de la sentencia, cosa que dejamos para más adelante, ahora nos centraremos en las consecuencias más inmediatas.

La cosa no está para bromas y un plan de estudios (aprobado por las Escuelas Universitarias de Arquitectura Técnica y el consejo de Colegios de la profesión) ha sido tumbado en una sentencia (de nuevo) del Tribunal Supremo. Lo primero fue la denominación de la nueva profesión y ahora ya van por el Plan de Estudios. Aún recuerdo como tuvieron que salir al paso durante el primer curso en Esea, nos dijeron que no era para tanto, pero la cosa suma y sigue y yo estoy que no me llega la camisa al cuerpo. ¿Qué será lo siguiente? Porque lo que está claro hasta el momento, es que el título tiene más enemistades que Falconeti y que más de uno/una le tienen más ganas que Mourinho al Barsa.
En esto Esea emite un comunicado advirtiendo que emprenderá acciones legales contra quienes vulneren con información manipulada los derechos de los alumnos/as de la afamada Escuela, en especial a Blogs, Webs y demás (traducción al castellanum vulgaris): “Cuidao con lo decís, bellacos, que os estamos echando el ojo”. ¿Tienen miedo de “argo“ en Esea? Yo en su pellejo lo tendría, porque en caso de que tumben otro Plan de Estudios (no lo quiera el Altísimo) ó en lo que quede del mismo, a Esea le van a llover las demandas como caen chucherías de una piñata rota. En cualquier caso los Blogs, salvo que medie otra cosa, se dedican como éste, a opinar y que yo sepa hasta el momento en este país opinar, no está perseguido.
El Colegio de Sevilla para tranquilizarnos promulga un mantra tibetano y nos reconoce que en (otra vez, no lo quiera el Altísimo) caso de que la cosa se malogre y la nueva titulación quede a la deriva, los títulos ya emitidos no pierden su validez. Pero validez ¿Para qué? En el caso hipotético de que ésta titulación quedara virtualmente anulada ¿Los/as ya titulados/as obtendríamos una convalidación automática? ¿Tendríamos que sucumbir de nuevo ante otro económico curso de adaptación? ¿Por y para qué? ¿En qué limbo quedaríamos? Preguntar urdidas por el mismísimo Satán, claro está. Pero...es mejor tener pensamiento positivo, ommmm, ommmmm, vamos…una moderna manera de esconder la cabeza bajo el ala.
Y para rematar la faenita una melé de reputados Colegios Profesionales, entre los que se encuentran los Ingenieros de Caminos, los Industriales y los para nosotros/as muy queridos Arquitectos, también saltan a la arena del coso para trincar el estoque de descabello, por si pueden dar algún puyazo. Y es que como no tienen otra cosa a la que dedicarse (en el Colegio de A. digo), ya se sabe, cuando el diablo anda ocioso mata moscas con el rabo. Y con el encarnado rabo de los otrora elegidos para la gloria Corbusiana, envían envenenadas epístolas al ministerio (de eso que llaman Educación) para llamar la atención sobre lo de Esea, poniendo en duda sus autorizaciones y ya de paso, la legalidad de la titulación. ¡Ay! Qué sería de España sin las autorizaciones, sin leyes, esas tamañas trampas urdidas por mentes retorcidas y burrocráticas en un eterno afán de control de las clases desfavorecidas. Si es que no somos nadie.
Pero ¡oigan! Directivos Eseanos, Que no me he metido con nadie ¿me van a demandar? ¡No por favor, que sólo soy un honrado técnico que se queja en voz alta!
Que el presidente del Colegio de AA.TT. de Sevilla tenga que saltar al coso a defender cuál paladín la virtud de la bella dama ofendida (eso reza en la web del Colegio, lo de DEFENDER) le otorga un singular valor, ¡si señor! Pero ¿Porqué tiene que salir a DEFENDER algo que está tan claro? Otra pregunta diabólica. Además algunas lenguas maledicentes dicen que si la cosa se hubiera parido bien, no andaríamos en estas lides. Porque al cabo, se ha de recurrir, nada más y nada menos, que en amparo al Tribunal Constitucional. ¡Carajo, por las barbas de Cristo, hasta donde va a llegar el asunto! Ya sólo falta que tercie D. Juan Carlos y su Santidad. De momento podemos ponerles unas velitas a San Judas, porque la cosa no pinta nada bien y por ésta vez, ¡espero equivocarme!