martes, 10 de enero de 2012

¡CUIDADO! HAY ZOMBIS SUELTOS...

Lo que se veía venir, lo que nos olíamos, al final ha ocurrido. La noche de los muertos vivientes, los zombis mutantes, el amanecer de los muertos, el ataque de los zombis nazis…¡Qué hermosas obras maestras de la más turgente casquería! ¡Mmmmmm! Se las recomiendo fervientemente como método eficaz para eliminar adrenalina, es más barato que una sesión sicológica y cansa menos que el gimnasio.
Bueno pues eso ha sido todo. Los zombis han salido de barbacoa campestre y hemos sido su aperitivo dominical. ¿Cómo? Pues eso, ¡el mar, idiota, el mar!...
En nuestra defensa hay que argumentar que ha sido necesaria una auténtica caterva de zombis unidos en una sin-par alianza de titulaciones, toda la pléyade de fúnebres emisarios del averno para tumbar el titulito de marras. ¡Ea! ¡Que no vais a ser ingenieros! ¡Tampoco lo otro! ¿Entonces qué carajo vamos a ser? (Con perdón)
Mire Ud. a estas alturas de la película, en la que ya me han comido medio corazón, lo único que quiero es recuperar lo que me he gastado y encontrar a alguien que me lo explique. Porque alguien sabrá algo ¿NO? Desde luego los servicios jurídicos de los Colegios de Aparejadores (y todo lo que sigue) algo tendrán que explicar, porque bien que encontraban argumentos para hacernos confiar en que nos hallábamos en posesión de la ¡0h VERDAD!. Así los prebostes Colegiales proclamaban como una sola voz a los cuatro vientos, que nos matriculásemos en las “económicas” Universidades privadas. Antes fue el esperpento de las clases en el Colegio, todo iba a ser adaptado a nuestros limitados tiempos. De las Universidades Públicas mejor no hablar, ya hemos dicho bastante.
Allá que fuimos los muchos “estofados” (sí, lo han leído bien) para apuntarnos a la Universidad Privada y dejarnos 4.000 € de vellón, para no saber al final qué carajo vamos a tener puesto en un título que nunca nació, pobrecito. Las Universidades Públicas promovieron con singular gracejo el codazo y mete-dedo-en-ojo a los pocos numerarios que llegaron a la meta. Todo fue ejemplar, como dice ahora no sé quién por ahí de un familiar cercano. Los presis de ciertos Colegios tendrán ahora algo que decir, tras todo éste singular despropósito que fue desde el origen el no-nacimiento de la ya añorada Ingeniería de la Edificación. Y a mí no me ha llegado todavía el título. ¡Qué mono hubiera quedado en la pared! Espero que no ponga graduado en Arquitectura Técnica, porque entonces prometo estrellar un huevo en algún sitio, aparte de las pertinentes demandas por algún delito que el abogado/a se invente, pero la demanda cae como dos y dos son cuatro. Esto no va a quedar así…
Desde el principio los únicos coherentes han sido los que reclamamos que esto debía responder a un sistema de convalidaciones y si había que complementar estudios, que fuera para algo que tuviera algún sentido. Pero entonces salieron los del traje y pin dorado ¡Pero que estáis diciendo, insensatos! Como dijera el siempre sabio personaje de Mr. Clint en “El bueno, el feo, y el malo”, el mundo se divide entre los que tienen un arma y los que cavan, yo tengo el arma así que tú ya sabes lo que tienes que hacer.
El Gobierno que ha salido, también debe llevarse un merecido agradecimiento por todo este barullo en el que nos han metido. ¿NO debieran haber sido más decididos y garantes hacia un colectivo como el nuestro? ¡Gracias por todo! ¡No os olvidaremos!
¿La profesión se repondrá de este “bocao” de los zombis? Ciertamente sí. Somos bastantes recios/as para que nos tambalee una cosa así, si algo hemos aprendido es a no dejarnos achantar por una tropa como esta, pero por favor no volvamos a darle ni un milímetro de ventaja a tan insignificante reunión de “mantecatos” (sí también lo han leído bien). No nos van a transmitir la rabia, jejejeje, ya estamos vacunados/as.
En Esea y otros similares, tendrán que ir pensando en cómo nos van a compensar, porque quedamos en una situación de total indefensión los/as que ya hemos realizado el curso. Porque se pueden dar tantas composiciones... Desde un título que por nombre más bien se parezca a uno de los de F.P. ó a una seudo-Arquitectura Técnica, en cuyo caso nos podríamos haber ahorrado el viaje. En todo caso yo me apunté para una cosa que no he recibido, ¿alguien huele a posibilidad de demanda? ¿Otras alternativas para el nuevo nombre del título? Obviamente no vamos a ser arquitectos (tampoco lo queremos ni en pintura al baño María, para que os quede claro), tampoco podemos ser ingenieros (que pena, os hubiéramos enseñado a hacer proyectos), ¿entonces? Se me ocurre volver a rescatar nombres como los de Maestro Cantero, Aparejador, grado en…que cada cuál ponga el suyo. ¡Ah! Por cierto ¿Se han enterado de lo que ha dictado el Tribunal Constitucional? ¿Y que ya no hay más que rascar? ¿Y que después van los planes de Estudio? Pues eso.



(Nota: Se admiten propuestas para nuevo nombre del título, por favor no más de tres palabras, como el otro)

miércoles, 25 de mayo de 2011

COMPÁS DE ESPERA


Como agua de Mayo para tod@s l@s que estamos metidos hasta las cejas en esto de la nueva titulación, han llegado las nuevas noticias jurídicas. Y es que estas alturas ó nos hacemos un cursito avanzado en lenguaje leguleyo ó nos vamos a quedar como un gorrión volantón (con el pico abierto esperando, se entiende...)

El noticiario jurídico, (ya podían haber incluido una asignatura en el cursito de I.E. de marras) trae buena nueva y cito textualmente, para que luego no me echen los perros "En el día de hoy se ha notificado al Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, la estimación de los incidentes de nulidad presentados por la Universidad Antonio de Nebrija y el propio Consejo General contra la Sentencia del Tribunal Supremo de 22 de Febrero de 2011, por la que, estimando el recurso interpuesto por el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Industriales, se anulaba la denominación de Graduado en Ingeniería de Edificación por la Universidad Antonio de Nebrija". Hablando en plata, de momento se aplazan las "ostias". Si estuviéramos retransmitiendo un combate pugilístico diríamos que los contrincantes están midiendo las fuerzas y si primero dieron los "otros", ahora han pegado "los nuestros", pero el combate por el fajín continúa. No debemos esperar que nuestros particulares orcos se queden contentos con la bofetada y a buen seguro que continuarán con los escarceos. Esto va para rato y como hemos dicho en otras ocasiones al final podríamos preparar un serial a lo venezolano tipo "Los ricos también lloran".

Ahora nuestro púgil está en la esquina del cuadrilátero y tod@s nos mordemos las uñas ¿Ganará ó no? Hemos apostado mucha pasta en el combate y si gana respiraremos, pero si pierde nos tiramos por el puente.

Todo se retrotrae a la fase de contestación a la demanda, lo que significa que se va a tener como parte tanto a la Universidad como al Consejo de Colegios, pero sin que ello signifique que se resuelva favorablemente a favor ni de una ni de otro, para lo que habrá de esperar al momento procesal oportuno en el que se dicte sentencia definitiva. Da la oportunidad tanto a la Universidad como al Consejo de Colegios para que se muestren como parte en el procedimiento y aleguen lo que convenga. No resuelve sobre la cuestión de fondo que se resolverá en la sentencia. Habrá que seguir esperando al desenlace, aunque a ver si a fuerza de esperar nos podemos jubilar los que ahora contamos con los cuarenta, con nuestro titulazo dándonos de comer con más poderío que el de toda la vida. ¡Sería un buen regalo de jubilación!

¡En fin! En estos positivos pensamientos anda urdido nuestro cerebro en tanto persiste este esperpento. Por cierto y para tod@s aquéll@s que se atreven a leer este blog os propongo que si alguien ha sacado ya algún beneficio (sea el que sea) del nuevo título, que lo exponga para beneficio de nuestras atribuladas conciencias. Puede ser en forma de testimonio personal, también se aceptan los inconfesables.

sábado, 19 de marzo de 2011

¡POR LAS BARBAS DE CRISTO!


Lo de Ingeniería de la Edificación va para culebrón de los históricos, más ó menos como la inolvidable “Cristal” ó “Los ricos también lloran”. Lo que está pasando es de mear y no echar gota. La verdad es que la sucesión de acontecimientos es de tal calibre que no nos ha dado tiempo a asumir una noticia, cuando ya hay otra sacudiendo nuestra maltrecha mollera. Pero vayamos por partes.
Lo primero que sucedió no hace ni una semana fue la ya famosa sentencia del TS en la que se anulaba, nada menos que el Plan de Estudios del Grado de Ingeniería de la Edificación de la Universidad Antonio de Nebrija. Habría que hacer una lectura sopesada de la sentencia, cosa que dejamos para más adelante, ahora nos centraremos en las consecuencias más inmediatas.

La cosa no está para bromas y un plan de estudios (aprobado por las Escuelas Universitarias de Arquitectura Técnica y el consejo de Colegios de la profesión) ha sido tumbado en una sentencia (de nuevo) del Tribunal Supremo. Lo primero fue la denominación de la nueva profesión y ahora ya van por el Plan de Estudios. Aún recuerdo como tuvieron que salir al paso durante el primer curso en Esea, nos dijeron que no era para tanto, pero la cosa suma y sigue y yo estoy que no me llega la camisa al cuerpo. ¿Qué será lo siguiente? Porque lo que está claro hasta el momento, es que el título tiene más enemistades que Falconeti y que más de uno/una le tienen más ganas que Mourinho al Barsa.
En esto Esea emite un comunicado advirtiendo que emprenderá acciones legales contra quienes vulneren con información manipulada los derechos de los alumnos/as de la afamada Escuela, en especial a Blogs, Webs y demás (traducción al castellanum vulgaris): “Cuidao con lo decís, bellacos, que os estamos echando el ojo”. ¿Tienen miedo de “argo“ en Esea? Yo en su pellejo lo tendría, porque en caso de que tumben otro Plan de Estudios (no lo quiera el Altísimo) ó en lo que quede del mismo, a Esea le van a llover las demandas como caen chucherías de una piñata rota. En cualquier caso los Blogs, salvo que medie otra cosa, se dedican como éste, a opinar y que yo sepa hasta el momento en este país opinar, no está perseguido.
El Colegio de Sevilla para tranquilizarnos promulga un mantra tibetano y nos reconoce que en (otra vez, no lo quiera el Altísimo) caso de que la cosa se malogre y la nueva titulación quede a la deriva, los títulos ya emitidos no pierden su validez. Pero validez ¿Para qué? En el caso hipotético de que ésta titulación quedara virtualmente anulada ¿Los/as ya titulados/as obtendríamos una convalidación automática? ¿Tendríamos que sucumbir de nuevo ante otro económico curso de adaptación? ¿Por y para qué? ¿En qué limbo quedaríamos? Preguntar urdidas por el mismísimo Satán, claro está. Pero...es mejor tener pensamiento positivo, ommmm, ommmmm, vamos…una moderna manera de esconder la cabeza bajo el ala.
Y para rematar la faenita una melé de reputados Colegios Profesionales, entre los que se encuentran los Ingenieros de Caminos, los Industriales y los para nosotros/as muy queridos Arquitectos, también saltan a la arena del coso para trincar el estoque de descabello, por si pueden dar algún puyazo. Y es que como no tienen otra cosa a la que dedicarse (en el Colegio de A. digo), ya se sabe, cuando el diablo anda ocioso mata moscas con el rabo. Y con el encarnado rabo de los otrora elegidos para la gloria Corbusiana, envían envenenadas epístolas al ministerio (de eso que llaman Educación) para llamar la atención sobre lo de Esea, poniendo en duda sus autorizaciones y ya de paso, la legalidad de la titulación. ¡Ay! Qué sería de España sin las autorizaciones, sin leyes, esas tamañas trampas urdidas por mentes retorcidas y burrocráticas en un eterno afán de control de las clases desfavorecidas. Si es que no somos nadie.
Pero ¡oigan! Directivos Eseanos, Que no me he metido con nadie ¿me van a demandar? ¡No por favor, que sólo soy un honrado técnico que se queja en voz alta!
Que el presidente del Colegio de AA.TT. de Sevilla tenga que saltar al coso a defender cuál paladín la virtud de la bella dama ofendida (eso reza en la web del Colegio, lo de DEFENDER) le otorga un singular valor, ¡si señor! Pero ¿Porqué tiene que salir a DEFENDER algo que está tan claro? Otra pregunta diabólica. Además algunas lenguas maledicentes dicen que si la cosa se hubiera parido bien, no andaríamos en estas lides. Porque al cabo, se ha de recurrir, nada más y nada menos, que en amparo al Tribunal Constitucional. ¡Carajo, por las barbas de Cristo, hasta donde va a llegar el asunto! Ya sólo falta que tercie D. Juan Carlos y su Santidad. De momento podemos ponerles unas velitas a San Judas, porque la cosa no pinta nada bien y por ésta vez, ¡espero equivocarme!

lunes, 31 de enero de 2011

¡QUE VENGA TARZÁN!


El culebrón de la nueva titulación, nuestra presente y futura titulación, no da tregua. Tras los no pocos avatares sufridos cuál disciplinados costaleros, por los/as compañeros/as que se acogieron a la fórmula colegial del concierto con ESEA, ahora surge cuál AVE Fénix la propuesta de la Universidad Hispalense. Este ente ciclópeo, esta dovela, ésta clave de bóveda del invisible mundo cultural hispalense nos sorprende una vez más. ¿Sí? ¡Siiiiiirrrr! (Que diría el genial Chiquito).
Como tiernos infantes preescolares, con su batita a cuadros y todo, el Presidente del Colegio de Ingenieros, Arqui……, ufff, bueno el COIEAATT, el Rector de la Hispalense y supongo también que el Director de la Escuela de Ingenie…(lo mismo..) , entran cogidos de la manita en clase. Ahora ofrecen la adaptación a la titulación, a través de un curso rápido (jejeje, ¿estamos hablando de la misma Universidad Hispalense?) y que costará nada más y nada menos que 800 €. Habrá plazas, todo se hará en condiciones, respetando a las personas como personas y no como números, procedimientos ágiles, personalizados, etc, etc. Como siempre la verborrea incontenible de la presidencia del COIEAATT, que lo pinta todo del color de las flores en primavera, ¿hermoso, verdad? Sin duda. Luego, la realidad sacude la hojarasca y salen las moscas.
Queremos dar la enhorabuena a los premiados/as que accedan a la adaptación al nuevo título a través de ésta fórmula. Al menos no tendréis que pasar por la carrera de obstáculos que ha supuesto, para los/as que ya hemos obtenido el título a través de la fórmula magistral de ESEA, tan arduamente defendida desde el COIEAATT. Un obstáculo que entre otras muchas cosas se llama 4.000,00 €. Nosotros/as, técnicos de obra, gente acostumbrada a las negociaciones de precios, éramos muy conscientes de que el curso, no podía valer eso. Pero las opciones eran escasas y la oferta pública, de esa mejor no hablar. Y a medida que nos daban más clases en ESEA, más nos reafirmábamos en nuestras sospechas. Con nuestro curso se estaban forrando, pero bien, bien, unos cuantos y unas cuantas. El tiempo viene a poner las cosas en su lugar, a veces demasiado tarde, es el consuelo de los pobres, que decía aquél. Que lo público se debata en la duda, lo agradece la oferta privada, que espera con la navaja afilada. ¿Pero la adaptación no era una exigencia de la educación pública? Esto demuestra, como siempre, la necesidad de lo público. Aunque yo me continúe acordando de más de dos, porque sigo pagando la cuenta, eso sí, en cómodos plazos.
Pero ¡el chollo continúa! Todavía quedan unas cuantas carteras que poder vaciar. Total, ésta gente (nosotros/as, los/as dolientes Técnicos) gana dinero después de todo ¿no es cierto?, rumian las polifacéticas Universidades Privadas Españolas, que lo mismo dan un curso de Controlador Aéreo que una comunión de castillo inflable. ¡Versatilidad! ¡Adaptación! ¡Es el mundo moderno!, ¡Los mercados lo aprueban! ¡Larga vida a los mercados!

El presidente del Colegio de tan alargado nombre, que lo mismo está para un roto que para un descosido, donde dijo digo, ahora dice Diego. ¡Qué más da! ¿Qué los incautos que lo han hecho se han dejado un pastón en el cursito? ¡No es para tanto! Esta gestión pasará a la historia de la profesión por su esperpento e irracionalidad. Para terminar, un último grito al viento : ¡Mangani! ¡Tantor! ¡Mikima! ¡Andagua, andagua! Que vuelva Tarzán, que gobierne los Colegios de IEAATT, que ese sí que hablaba claro ¡Por Dios!

lunes, 4 de octubre de 2010

OTRO ESPERPENTO...


El pasado viernes, tuvimos el dudoso honor de asistir a enésimo (espero que sea el último por bien de mis neuronas), esperpento en torno al título de Ingeniería de Edificación en Sevilla. Me refiero a la ceremonia de entrega de “títulos” por parte de la Escuela Superior de Edificación de Andalucía. Más conocida entre l@s dolientes por ESEA.
Nos congregamos en el Hotel Barceló, un buen puñado de personas (entre premiados y familiares) para proceder a la entrega de los títulos. Al menos, así rezaba en la propaganda del evento. Un gigantesco salón, con dos pantallas iluminadas nos esperaba. Los preliminares no habían sido menos interesantes. Se había publicitado el acto en la web de Esea. Dos modalidades de asistencia, entrega de títulos y posteriormente el ágape. La primera era gratuita, mientras que el ágape salía a 46 € por persona. Rápidamente se organizó una tacada de deserciones al ágape y quién sabe si también a la entrega de títulos. El movimiento de insurrección al ágape se auto-gestiona rápidamente, lo que demuestra la escasa necesidad de instituciones organizadoras, y se levanta contra lo que es a todas luces “una pasada de rosca”. Tras haber soltado por el curso la nada desdeñable cifra de 3900 € por alumno/a, se ve que no hay recursos (*) para ofrecer un ágape a los alumnos/as al final del “vía crucis” al que nos han sometido. Al final, de 800 almas que asisten al acto, sólo quedan en el ágape en torno a 300. ¿Se enteran ó no se enteran? Seguro que no. Prosigamos.
Comienza el esperpento con una “maestra” de ceremonias que se olvida dar el tratamiento de Don ó Doña. Aunque éste último caso no hubiera podido ser, porque no había nada más que ejemplares de macho ibérico en la mesa presidencial. Luego, ésta misma presentadora del acto se descuelga con que un “profesor” se encuentra de viaje en Colombia, y que está “mejor que nosotros ahora”. No digo yo que no sea verdad pero no está bonito soltarlo delante de 800 almas que están esperando un acto solemne. En cualquier caso…una anécdota...de tantas.
Entre los asistentes en la mesa observamos extrañados al presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos de Sevilla. ¿Qué pinta ahí ése hombre?
El grueso del acto fueron continuos loas y alabanzas al Presidente de Esea, por haber conseguido la hazaña de satisfacer la necesidad generada por el propio sistema de enseñanza europeo. Impartirnos los conocimientos necesarios para disfrutar de las mismas competencias de las que ya disfrutamos como Arquitectos Técnicos. Parece un acertijo, pero no lo es. ¿La diferencia entre uno y otro? 150 créditos universitarios y 3900 €. No cesaron las alabanzas entre los afines, aunque el motivo del acto era la entrega de títulos, es bueno recordarlo. El presidente de Esea hace acto de contrición por los fallos cometidos. Incluso el mismo acto no careció de ellos. Pero la más interesante no fue esa intervención, sino la del Presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos de Sevilla.
Comenzó el Ilustre Presidente del COAAT presentando también excusas por los fallos cometidos. ¿Es que era un acto de exorcismo público? No. Era una entrega de títulos. La universidad pública tristemente no ha ofertado plazas para adaptación de A.T. (*) a I.E. (*) En el extremo del paroxismo, el “presi” llega a situar todas las responsabilidades en el tejado de la universidad pública. A nuestro presidente, lo citan a reuniones y lo dejan plantado, ó le dicen cosas que luego no acaban siendo realidad. ¡Qué lástima! ¡La fe es ciega, sorda y muda! ¡Y eso que él mismo es catedrático de la Universidad Pública! Esperpéntico.
Mientras tanto, el Colectivo a los pies de los caballos. ¿Saben lo que me extraña? Que los profesores que imparten clases en Esea, también imparten clases en la misma Universidad Pública que no oferta plazas. ¿Curioso no? ¿Es que toda la energía demostrada en dar forma a Esea, no podía ser hecha desde lo público? En respuesta, me remito al cálculo de cuentas que realizamos más abajo. De esa cantidad cobra también por supuesto el bien remunerado profesorado de Esea.
El presidente de un colectivo como el nuestro, no se puede escudar en argumentos tan pobres como los que asestó sin ningún pudor la noche del viernes. Que si existen presiones invisibles de otros grupos, las otrora famosas conjuras “judeomasónicas” que reverdecen como espinacas. En fín, es mejor no continuar. Ya tenemos 560 en la calle y todos contentos.
Recordemos. Era una entrega de títulos. ¿Y el solemne momento de entrega de títulos? Pasó y tras el barullo de una mesa asaltada al grito de ¡A mí la legión!, nos llevamos un triste diploma que no vale para nada ¡Ah!...y la escueta orla. ¿No había para ponerle un escudito de la Universidad CJC de Madrid? ¿Y el título? No vino, y eso tras pagar religiosamente los euros de rigor con la prisa requerida por la Universidad...porque según ésta misma institución, había que pagar rápido para poder imprimir los títulos. ¿Más? Les recomiendo París-Tombuctú, sí de Berlanga.

(*) Hemos sido 560 alumnos/as. A razón de 3.900 € por persona, se obtiene la nada despreciable cifra de 2.184.000 €, para los que aún no nos hacemos a la idea, supone en pesetas la cantidad de 363.387.024 ptas. Si han leído bien, TRESCIENTOS SESENTA Y TRES MILLONES DE PESETAS. El pico me lo dejo.
(*) A.T.: Arquitectos Técnicos
(*) I.E. : Ingenieros Técnicos

viernes, 24 de septiembre de 2010

¡QUE VIENEN LOS VAMPIROS!


Acostumbrados como estamos a tantos vaivenes, no deja de sorprendernos siempre algo que nos vuelve a dejar perplejos, asombrados, estupefactos y hasta boquiabiertos. Las tribulaciones del “de momento” título de Ingeniería en Edificación (I.E.) se parecen cada vez más a las aventuras y desventuras de Marco y su mono Amedio. ¿Encontrarán algún día a su mamá?
La pre-histórica, ciclópea y vetusta Universidad Hispalense que en su momento anunció que ofertaría el curso de adaptación a I.E. ahora se descuelga con el tan hispano “Búscate la vida”. Nuestra “querida” Universidad siempre tan presta al servicio de la gente de a pié y favoreciendo las “depauperadas” arcas de las Universidades privadas. ¡Pobres todos! ¡Qué malamente les va el negocio! ¡Y eso que según algunos hay una crisis económica! Quién lo diría.
La oferta hispalense de plazas de adaptación a I.E. se produjo tras la inolvidable sentencia del T.S., (que ya veremos por donde sale…visto lo visto) en la que la nueva titulación resultaba sin reserva de dominio. ¡Qué mal me sigue sonando eso, oye!
¿Cuál es la consecuencia? Pues que hay que rascarse el bolsillo, compañeros/as. Y rascarse el bolsillo en éste mundillo de parches en el ojo, patas de palo, garfios, concejales de urbanismo y diputaciones provinciales, significa unos 4000 € para empezar a abrir boca. ¿Y todo por qué? Pues en el caso más surrealista por obtener el título vía internet, cómodamente sentado en el sofá de tu casa. ¡Oiga! ¿Puedo descontar del coste del curso que yo pongo el mobiliario del aula? Esa es la oferta de la Universidad Antonio de Nebrija. ¡Abran paso que voy a apuntaaarmeee!
La otra oferta que también publicita nuestro ilustre Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación (por favor que no nos denominen de otra manera que no hay pared que soporte tanta extensión) es la de ESEA. La Escuela de Edificación de Andalucía y la Universidad Camilo José Cela de Madrid. De esta sabemos un rato porque nos hemos chupado éste cursito y la cosa es como sigue: El marketing ESEA-UCJC ofrece el “servicio” por 3600 €. ¡Echa el freno macareno, que no queda ahí la cosa! A eso hay que sumar 100 € más de matrícula. A eso hay que sumar 150 € por expedición del título (es de suponer que si alguien se matricula es para obtenerlo), más otros 25 € por tasas (la tasa, esa gran incomprendida). Si al final quieres participar en el ágape de entrega de los títulos, pierde al cariño a 46 € y a otros 46 € por tu pareja. Coge la calculadora y suman los conceptos 3967 €. Hay que comentar que dentro del plantel ofertado te incluyen dos viajes a gastos pagados a Madrid en AVE para hacer los exámenes. Entrega de prácticas a razón de una por cada dos clases. Inolvidables clases magistrales, rancho universitario y un plantel de profesores que quita el hipo. ¡Y ojo! Hay gente que ha suspendido. Todo aderezado con notas puestas arbitrariamente y de las que no te “coscas” hasta que ya no hay remedio. ¿Y todo por qué?...Eso mejor lo dejamos para el sicoanalista argentino.
¿Y nuestro C.O.A.A.T.T.I.E.? Ahora toca una lacónica petición de perdón por haber anunciado a los Colegiados que se apuntaran a la oferta pública. Parece ser que no hay tal oferta pública. Los Colegiados interesados marcharon a realizar la preinscripción web y se toparon con un muro infranqueable, el de la hispalense. Dicen los que han intentando saltarlo que ni la añeja Alcatraz. Pero oiga, ello no es óbice, ni traba para continuar ofertando los negocietes privados universitarios. Je,je,je. Vivir para ver, ver para creer.
De nuevo los intereses del Colectivo han quedado a los pies de los caballos, lozanos purasangres árabes por cierto, a razón de lo que cuestan. De nuevo palo y zanahoria. Camina o revienta. Varazo de avellano al mulo, ¡verás cómo anda el jodío! Y a las hoy en día desmejoradas autoridades, un ruego ¡Por favor! No nos inventen más títulos ni más reformas universitarias y sobre todo que los Colegios no las negocien en nuestro nombre. ¡Que ya no nos queda más sangre para chupar! ¡Que vienen los vampiros!

martes, 3 de agosto de 2010

LOS MALABARES VERBALES.


Los malabares verbales, verborrea ó dicho de otro modo el supuesto “arte” de tergiversar el uso de las palabras, es como digo un “arte” del que los políticos/as hacen gala en las apariciones que, por desgracia para el resto, hacen continuamente en los medios. Esa capacidad de decir digo, donde digo Diego, creía era un terreno vetado a ese exclusivo mundillo de la política. Me explico, cuando hacemos un examen (en el mundo docente), según el diccionario de la R.A.E. (que digo yo que de esto algo saben) es lo siguiente: “Prueba que se hace de la idoneidad de una persona para el ejercicio y profesión de una facultad, oficio o ministerio, o para comprobar o demostrar el aprovechamiento en los estudios.”
Bueno pues una de las cosas que he aprendido en éste curso de Adaptación a Ingenieros de la Edificación es que ahora ya no existen exámenes en la Universidad. Vamos a particularizarlo en la Universidad en la que nos hemos dejado las pocas neuronas vivas que nos quedaban, la Camilo José Cela de Madrid. Ahora, en éstos tiempos que corren, a los exámenes de toda la vida, los llaman Práctica presencial individual, ¡Toma ya! Descubramos las diferencias. Una Prueba Práctica en la Universidad CJC consiste en lo siguiente:
Te sientas sólo/a en una mesa delante de un enunciado que te acaban de entregar en silencio. El enunciado versa sobre una materia impartida en el curso y te toca resolverla en 45 minutos. Las materias están extraídas al azar del variopinto temario del curso, que no es poco, ni sencillo. ¿Conocemos la supuesta práctica? No. Es una sorpresa. ¿Te evalúan el resultado? ¡Pues claro que sí! Si la haces bien, obtienes una puntuación de más de cinco y si no la resuelves, pues menos de cinco.
Conforme a lo explicado. ¿Constituye una evaluación del aprovechamiento de unos estudios? Pues en mis cortas entendederas, no veo otra definición posible para lo que hicimos el sábado 24 de julio en las instalaciones de la UCJC de Madrid. Alguna vez, confío, en que las cosas puedan ser llamadas por su nombre y abandonar esa extraña afición que tiene su caldo de cultivo perfecto en el mundillo político, como es ejercer el cinismo militante y no llamar blanco a lo que es blanco y negro a lo que es negro. El mundo podría ser al fin, tal y como es y no como unas mentes preclaras quieren hacérnoslo ver. Al pan, pan y al vino, vino, como reza ese magnífico compendio de sabiduría ancestral española. Además suele ser más económico (en lo lingüístico) llamar a las cosas por su nombre, sobre todo si las palabras que las definen ya están inventadas. En lugar de Práctica Presencial individual de Evaluación Continua, podríamos llamarlo por un nombre más escueto, conciso, preciso y económico como es “EXAMEN”.
¿Cuál puede ser el motivo para ésta confusión de los términos? Pues como los antiguos charlatanes de feria intentaban venderte a toda costa su mágica loción capilar hoy intentan venderte otras cosas, como por ejemplo cursos, ahora que está tan de moda. Hoy está muy bien visto hacer cursos al porrillo aunque al final te preguntes, ¿Por qué puñetas he hecho esto? En fin, ¿lo mejor de todo? Tras la paliza que nos hemos dado, trabajos, prácticas, viajes a Madrid, tensión de última hora, stress sumado al cotidiano, horas de calentar la silla del aula escuchando las clases, lo mejor es poder decir que al final hemos conseguido el merecido objetivo. Al menos por ésta vía, la de la UCJC, se ha conseguido, porque si estuviéramos aún esperando a la Escuela Pública de Arquitectura Técnica de Sevilla, nos habrían salido telarañas y eso que contribuimos generosamente a su sostenimiento con nuestros impuestos.
El final de curso ha sido de “mear y no echar gota”, para rematarlo una lista de notas que no salía ni con fórceps. El último día, digo bien el ultimísimo día, por fín cuelgan las notas. ¿Las notas? Bueno, algo parecido. En ésta bendita hora continuamos sin conocer de donde proceden. Desconocemos las notas de las prácticas, desconocemos las notas de los exámenes de Madrid, desconocemos…Sería un gran ejercicio de esclarecimiento y de claridad (que todo lo hace ver tan claro), el haber tenido las notas cuando tocaba, es decir, cada una cuando era terminada la docencia de la materia con sus prácticas correspondientes. Han tenido que pasar cuatro meses para comprobar las notas de las asignaturas impartidas al inicio del curso y de los exámenes realizados en Madrid allá por Mayo. También sería esclarecedor haber tenido tiempo para solicitar aclaración sobre el origen de las notas y el porqué de algunas.
¿Lo mejor? Que por fín hemos terminado y que por fín podemos saborear el título que proximamente obtendremos. Se supone, porque en esto de nuevo, carecemos de información.