lunes, 4 de octubre de 2010

OTRO ESPERPENTO...


El pasado viernes, tuvimos el dudoso honor de asistir a enésimo (espero que sea el último por bien de mis neuronas), esperpento en torno al título de Ingeniería de Edificación en Sevilla. Me refiero a la ceremonia de entrega de “títulos” por parte de la Escuela Superior de Edificación de Andalucía. Más conocida entre l@s dolientes por ESEA.
Nos congregamos en el Hotel Barceló, un buen puñado de personas (entre premiados y familiares) para proceder a la entrega de los títulos. Al menos, así rezaba en la propaganda del evento. Un gigantesco salón, con dos pantallas iluminadas nos esperaba. Los preliminares no habían sido menos interesantes. Se había publicitado el acto en la web de Esea. Dos modalidades de asistencia, entrega de títulos y posteriormente el ágape. La primera era gratuita, mientras que el ágape salía a 46 € por persona. Rápidamente se organizó una tacada de deserciones al ágape y quién sabe si también a la entrega de títulos. El movimiento de insurrección al ágape se auto-gestiona rápidamente, lo que demuestra la escasa necesidad de instituciones organizadoras, y se levanta contra lo que es a todas luces “una pasada de rosca”. Tras haber soltado por el curso la nada desdeñable cifra de 3900 € por alumno/a, se ve que no hay recursos (*) para ofrecer un ágape a los alumnos/as al final del “vía crucis” al que nos han sometido. Al final, de 800 almas que asisten al acto, sólo quedan en el ágape en torno a 300. ¿Se enteran ó no se enteran? Seguro que no. Prosigamos.
Comienza el esperpento con una “maestra” de ceremonias que se olvida dar el tratamiento de Don ó Doña. Aunque éste último caso no hubiera podido ser, porque no había nada más que ejemplares de macho ibérico en la mesa presidencial. Luego, ésta misma presentadora del acto se descuelga con que un “profesor” se encuentra de viaje en Colombia, y que está “mejor que nosotros ahora”. No digo yo que no sea verdad pero no está bonito soltarlo delante de 800 almas que están esperando un acto solemne. En cualquier caso…una anécdota...de tantas.
Entre los asistentes en la mesa observamos extrañados al presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos de Sevilla. ¿Qué pinta ahí ése hombre?
El grueso del acto fueron continuos loas y alabanzas al Presidente de Esea, por haber conseguido la hazaña de satisfacer la necesidad generada por el propio sistema de enseñanza europeo. Impartirnos los conocimientos necesarios para disfrutar de las mismas competencias de las que ya disfrutamos como Arquitectos Técnicos. Parece un acertijo, pero no lo es. ¿La diferencia entre uno y otro? 150 créditos universitarios y 3900 €. No cesaron las alabanzas entre los afines, aunque el motivo del acto era la entrega de títulos, es bueno recordarlo. El presidente de Esea hace acto de contrición por los fallos cometidos. Incluso el mismo acto no careció de ellos. Pero la más interesante no fue esa intervención, sino la del Presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos de Sevilla.
Comenzó el Ilustre Presidente del COAAT presentando también excusas por los fallos cometidos. ¿Es que era un acto de exorcismo público? No. Era una entrega de títulos. La universidad pública tristemente no ha ofertado plazas para adaptación de A.T. (*) a I.E. (*) En el extremo del paroxismo, el “presi” llega a situar todas las responsabilidades en el tejado de la universidad pública. A nuestro presidente, lo citan a reuniones y lo dejan plantado, ó le dicen cosas que luego no acaban siendo realidad. ¡Qué lástima! ¡La fe es ciega, sorda y muda! ¡Y eso que él mismo es catedrático de la Universidad Pública! Esperpéntico.
Mientras tanto, el Colectivo a los pies de los caballos. ¿Saben lo que me extraña? Que los profesores que imparten clases en Esea, también imparten clases en la misma Universidad Pública que no oferta plazas. ¿Curioso no? ¿Es que toda la energía demostrada en dar forma a Esea, no podía ser hecha desde lo público? En respuesta, me remito al cálculo de cuentas que realizamos más abajo. De esa cantidad cobra también por supuesto el bien remunerado profesorado de Esea.
El presidente de un colectivo como el nuestro, no se puede escudar en argumentos tan pobres como los que asestó sin ningún pudor la noche del viernes. Que si existen presiones invisibles de otros grupos, las otrora famosas conjuras “judeomasónicas” que reverdecen como espinacas. En fín, es mejor no continuar. Ya tenemos 560 en la calle y todos contentos.
Recordemos. Era una entrega de títulos. ¿Y el solemne momento de entrega de títulos? Pasó y tras el barullo de una mesa asaltada al grito de ¡A mí la legión!, nos llevamos un triste diploma que no vale para nada ¡Ah!...y la escueta orla. ¿No había para ponerle un escudito de la Universidad CJC de Madrid? ¿Y el título? No vino, y eso tras pagar religiosamente los euros de rigor con la prisa requerida por la Universidad...porque según ésta misma institución, había que pagar rápido para poder imprimir los títulos. ¿Más? Les recomiendo París-Tombuctú, sí de Berlanga.

(*) Hemos sido 560 alumnos/as. A razón de 3.900 € por persona, se obtiene la nada despreciable cifra de 2.184.000 €, para los que aún no nos hacemos a la idea, supone en pesetas la cantidad de 363.387.024 ptas. Si han leído bien, TRESCIENTOS SESENTA Y TRES MILLONES DE PESETAS. El pico me lo dejo.
(*) A.T.: Arquitectos Técnicos
(*) I.E. : Ingenieros Técnicos