martes, 10 de enero de 2012

¡CUIDADO! HAY ZOMBIS SUELTOS...

Lo que se veía venir, lo que nos olíamos, al final ha ocurrido. La noche de los muertos vivientes, los zombis mutantes, el amanecer de los muertos, el ataque de los zombis nazis…¡Qué hermosas obras maestras de la más turgente casquería! ¡Mmmmmm! Se las recomiendo fervientemente como método eficaz para eliminar adrenalina, es más barato que una sesión sicológica y cansa menos que el gimnasio.
Bueno pues eso ha sido todo. Los zombis han salido de barbacoa campestre y hemos sido su aperitivo dominical. ¿Cómo? Pues eso, ¡el mar, idiota, el mar!...
En nuestra defensa hay que argumentar que ha sido necesaria una auténtica caterva de zombis unidos en una sin-par alianza de titulaciones, toda la pléyade de fúnebres emisarios del averno para tumbar el titulito de marras. ¡Ea! ¡Que no vais a ser ingenieros! ¡Tampoco lo otro! ¿Entonces qué carajo vamos a ser? (Con perdón)
Mire Ud. a estas alturas de la película, en la que ya me han comido medio corazón, lo único que quiero es recuperar lo que me he gastado y encontrar a alguien que me lo explique. Porque alguien sabrá algo ¿NO? Desde luego los servicios jurídicos de los Colegios de Aparejadores (y todo lo que sigue) algo tendrán que explicar, porque bien que encontraban argumentos para hacernos confiar en que nos hallábamos en posesión de la ¡0h VERDAD!. Así los prebostes Colegiales proclamaban como una sola voz a los cuatro vientos, que nos matriculásemos en las “económicas” Universidades privadas. Antes fue el esperpento de las clases en el Colegio, todo iba a ser adaptado a nuestros limitados tiempos. De las Universidades Públicas mejor no hablar, ya hemos dicho bastante.
Allá que fuimos los muchos “estofados” (sí, lo han leído bien) para apuntarnos a la Universidad Privada y dejarnos 4.000 € de vellón, para no saber al final qué carajo vamos a tener puesto en un título que nunca nació, pobrecito. Las Universidades Públicas promovieron con singular gracejo el codazo y mete-dedo-en-ojo a los pocos numerarios que llegaron a la meta. Todo fue ejemplar, como dice ahora no sé quién por ahí de un familiar cercano. Los presis de ciertos Colegios tendrán ahora algo que decir, tras todo éste singular despropósito que fue desde el origen el no-nacimiento de la ya añorada Ingeniería de la Edificación. Y a mí no me ha llegado todavía el título. ¡Qué mono hubiera quedado en la pared! Espero que no ponga graduado en Arquitectura Técnica, porque entonces prometo estrellar un huevo en algún sitio, aparte de las pertinentes demandas por algún delito que el abogado/a se invente, pero la demanda cae como dos y dos son cuatro. Esto no va a quedar así…
Desde el principio los únicos coherentes han sido los que reclamamos que esto debía responder a un sistema de convalidaciones y si había que complementar estudios, que fuera para algo que tuviera algún sentido. Pero entonces salieron los del traje y pin dorado ¡Pero que estáis diciendo, insensatos! Como dijera el siempre sabio personaje de Mr. Clint en “El bueno, el feo, y el malo”, el mundo se divide entre los que tienen un arma y los que cavan, yo tengo el arma así que tú ya sabes lo que tienes que hacer.
El Gobierno que ha salido, también debe llevarse un merecido agradecimiento por todo este barullo en el que nos han metido. ¿NO debieran haber sido más decididos y garantes hacia un colectivo como el nuestro? ¡Gracias por todo! ¡No os olvidaremos!
¿La profesión se repondrá de este “bocao” de los zombis? Ciertamente sí. Somos bastantes recios/as para que nos tambalee una cosa así, si algo hemos aprendido es a no dejarnos achantar por una tropa como esta, pero por favor no volvamos a darle ni un milímetro de ventaja a tan insignificante reunión de “mantecatos” (sí también lo han leído bien). No nos van a transmitir la rabia, jejejeje, ya estamos vacunados/as.
En Esea y otros similares, tendrán que ir pensando en cómo nos van a compensar, porque quedamos en una situación de total indefensión los/as que ya hemos realizado el curso. Porque se pueden dar tantas composiciones... Desde un título que por nombre más bien se parezca a uno de los de F.P. ó a una seudo-Arquitectura Técnica, en cuyo caso nos podríamos haber ahorrado el viaje. En todo caso yo me apunté para una cosa que no he recibido, ¿alguien huele a posibilidad de demanda? ¿Otras alternativas para el nuevo nombre del título? Obviamente no vamos a ser arquitectos (tampoco lo queremos ni en pintura al baño María, para que os quede claro), tampoco podemos ser ingenieros (que pena, os hubiéramos enseñado a hacer proyectos), ¿entonces? Se me ocurre volver a rescatar nombres como los de Maestro Cantero, Aparejador, grado en…que cada cuál ponga el suyo. ¡Ah! Por cierto ¿Se han enterado de lo que ha dictado el Tribunal Constitucional? ¿Y que ya no hay más que rascar? ¿Y que después van los planes de Estudio? Pues eso.



(Nota: Se admiten propuestas para nuevo nombre del título, por favor no más de tres palabras, como el otro)